Trascendental partido con ambiente de gala.
Resultado incierto y confuso que será bueno o malo en función de la próxima cosecha del Molinón, donde hay obligación de ganar.
Se nos escapó un rival directo y una oportunidad para acortar distancias con el objetivo. Buena segunda parte, donde se mereció más. Aun así, sería recomendable no desperdiciar sistemáticamente esos 35-40 minutos de cada partido en el que el equipo literalmente se borra del partido y desaparece. A nada que se consiga una mayor continuidad en el juego debería conseguirse esa solvencia que falta y que daría la vuelta a ese incómodo dato que todavía nos acompaña: a día de hoy todavía hemos recibido más goles de los que hemos anotado. Y esto obviamente se traduce en muchos puntos que se quedan en la cuneta.
Las salidas de Gijón y Granada dictarán sentencia. La visita del FCB, todo un partidazo en el que no tenemos nada que perder.