Aire nuevo, y esperemos que estable y duradero, en el banquillo sevillista.
La apuesta personal de Víctor Orta se llama Diego Alonso, al que desde ya le deseamos toda la suerte y buen trabajo posible para volver a colocar al Grande de Andalucía donde se merece. La referencia no debería ser ni el choque contra el Real Madrid, ni el doble enfrentamiento Champions contra el Arsenal. No sería justo hacer balance alguno tras esa empinada cuesta, aunque sí deberían ir viéndose cosas, cambios, tácticas nuevas y sobre todo una dígna actitud a la hora de emplearse a fondo en un choque durante los 90 min.
El Sevillismo debe estar ahora más unido que nunca, apoyando a plantilla y entrenador y poniendo en valor ese plus que el equipo tiene cuando es llevado en volandas por los suyos, por nosotros.
Suerte maestro.