(Por Luis Báez)
La falta de puntería en los últimos metros, la mala fortuna encarnada en los dos tiros al palo, la lamentable ejecución del penal, y la buena actuación del Goalkeeper rival, nos ha llevado a un estado de "cierto amargamiento por lo estrecho del resultado"

Son palabras del Mr Don Jorge Sampaoli. Y no le falta razón.
Cierta amargura por lo antes comentado, y por la incomprensible actitud del equipo en gran parte de la segunda parte. Con la sensación de jugar al ralentí, con jugadores andando en el campo, con un dominio en la posesión abrumador pero infructuoso. Y con buena parte del ataque diluído en la línea de tres cuartos, por falta de rapidez/ideas o chispa.
Preocupante bajón en el rendimiento de Nasri, y cierta sensación de contagio en algunos de los nuestros.

Una eliminatoria de Octavos de Champions no es para guardarse nada. Es para darlo todo, del minuto 1 al 94.
Rara sensación la de ayer, en un choque histórico, en uno de esos partidos que nadie se quiere perder.

La consecuencia es inmediata e inapelable: en la vuelta, ineludible necesidad de salir a por el partido y marcar primero. Nada de medias tintas ni especulaciones: GANAR.

Somos mejores, y hay que imponer nuestra Ley.
La Ley del Pentacampeón de Europa.