(Por Luis Báez)
Traigo a esta crónica la foto de los más de mil incondicionales que decidieron acompañarte en tu visita a Leganés. Los mismos que te acompañaron a Ihhppurúa (¿se dice así Rafa?), Granada, Vallecas, Getafe, Anoeta, o Mestalla.
La legión de seguidores que HOY han podido , al fin, disfrutar una victoria a domicilio y poner fin a una infame racha que jamás debe repetirse en nuestra Gran Historia.
La Gran Historia de nuestro Pentacampeón Europeo, que debe amedrentar al rival sólo con escuchar tu nombre.
En esta pesadilla de casi año y medio, hubo derrotas injustas y dolorosas, otras merecidas. Pero lo que nunca puede ocurrir es que nuestro Pentacampeón Europeo pierda por actitud o "incomparecencia". NUNCA.
Somos muy grandes y tenemos que imponer nuestra Ley, y luchar cada balón como si fuera el último. Del minuto 1 al 94.

En la visita a Butarque, volvieron a verse los fantasmas del pasado en un inicio de partido muy flojo, con dominio del rival que fue creciendo hasta creérselo. La irreal mayoría de posesión de nuestro Equipo se forjaba en la línea defensiva y en las numerosísimas e incomprensibles cesiones a Sergio Rico que intervino mucho más que los dos delanteros. Mala señal esta.
Además el guardameta nervionense, volvió a erigirse en algunas fases del partido, nuevamente como el mejor del once, con intervenciones de muchísimo mérito. Mala señal esta también.
El gran maestro Araujo, lo resumía perfectamente en su crónica en SFC Radio: "Hay que fabricar más, hay que llegar y tirar más" "y resguardarse atrás".
El Leganés nos vapuleó en llegadas y tiros, pero el fútbol es como es, y al final la victoria vino para Sevilla.
Bendita victoria, y benditos 17 puntos en la tabla, que no deben hacernos caer en euforias y autocomplacencias.
El juego del Sevilla Fútbol Club, aún debe mejorar mucho.
Y los que han venido, demostrar por qué lo han hecho.
Tan sólo Nasri, Sarabia y Mercado a ratos brillan de momento.
El resto, aún en formación o adaptación. Peaje de nuestro modelo.
Anecdótico el primer plano de nuestro socio 88, con la cara desencajada, cigarro en mano y sufriendo.
Sufriendo como toda la parroquia sevillista hasta que sóno el pitido final. Victoria sufrida, de mucho peso y que debe servir de revulsivo para la plantilla y cuerpo técnico.
Más que merecida recompensa para tu legión de seguidores que recorre kilómetros y supera obstáculos.
Sólo por tí. Sevilla Fútbol Club.