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18/09/2016

DICEN

(Por Manuel Barrial)
DICEN los entendidos de este deporte llamado fútbol que para ganar un partido hay que defender y atacar, hay que ser agresivo en las lineas , hay que ser rápido en los movimientos y los desmarques y se puede incluso ganar sin tener la posesión del balón.
Pero si después de 21 partidos de liga consecutivos lejos del RSP, el equipo no conoce la victoria algo falla, algo falta , algo que no han conseguido los jugadores asimilar durante este año y medio en el que además se han ganado dos titulos europeos y disputado 6 finales. Se fue Unai y vino Sampaoli, se fueron muchos jugadores y vinieron más pero como cantaba aquel, la vida sigue igual.

QUE sorprendió Sampaoli con su alineación de salida? Cierto. Porque se esperaban rotaciones tras el intenso partido de Turín, al menos tres y fueron nada más y nada menos que siete, apostando todo al rojo en la delantera y armando una defensa más defensiva que otra cosa con laterales de corte más destructor que creador con Mercado y Kolo. Pero en la sala de máquinas se confió demasiado en la esperada calidad de Ganso y la velocidad de Kiyotake ayudados en dos pivotes como Kranevitter y Correa. Y en este apartado el equipo naufragó. Ya que la creación no llegó, Ganso no está por mucho que se le espere, no jugó , no existió a excepción de un tiro directo desde el borde del area en el min. 5 que significó uno de los pocos tiros a puerta del equipo en toda la primera parte y que el portero armero blocó sin demasiados problemas. El Sevilla jugó con 10 durante los 93 minutos. En el primer tiempo los de nervión iban detrás del balón siendo incapaces de controlar el balón, siendo incapaces de presionar al contrario arriba.El equipo no asimila el mensaje del nuevo entrenador? O lo que es peor, la plantilla no cree en el mensaje? Porque por lo visto una cosa es predicar y otra muy diferente es dar trigo, verdad D. Jorge? Y este equipo a excepción de la montaña rusa del 21 de agosto no lo ha vuelto a demostrar.
Tuvimos la suerte y el acierto de adelantarnos en un gol de Vietto que hizo de Gameiro a pase de Kiyotake en contraataque rápido de los que gustan al de Hodarribia. El portero del Eibar vió poco después la roja por derribo a Correa fuera del area lo que según el reglamento de este año es roja directa aunque no fuese una oportunidad clara de gol. Y con este panorama tan de cara para los de blanco nos fuimos al descanso con la sensación de que esta vez no se nos podía escapar la tan ansiada victoria.
Hay que destacar las dos lesiones que nos deparó el encuentro, la dos en el en el mismo eje, la defensa, las dos lesiones musculares, y las dos suponen un serio problema para el derby del próximo martes. Rami , que debió rotar y no arriesgar en este encuentro porque no es un jugador que pueda jugar a este ritmo de partidos sin haber hecho pretemporada; y la de Carriço al principio de la segunda parte, una vez más en el dique seco por lesión muscular. Tuvieron que salir Escudero e Iborra lo que hipotecó cualquier reacción desde el banquillo que hubiera supuesto quitar a Ganso en el descanso tal y como sucedió hace una semana contra Las Palmas.

NUNCA se puede dar un partido por ganado por mucho que tu rival esté con un jugador menos, porque este juega ante su afición, porque además se crece al ver que no le llegas con peligro ni siquiera al contragolpe y porque tiene jugadores como Pedro León con las ganas y la calidad suficiente para hacer como nos hizo el gol que igualaba el marcador, porque el Eibar es un equipo modesto que llega al ataque sin presumir de ello.

QUE a partir de ese momento sólo quedaba atacar estaba claro, y el equipo (Vitolo y nueve más porque no cuento a Ganso, mero espectador) a base de darle balones al canario que entró en el descanso para enmendar un poco el mal juego en ataque del once andaluz. Llegaron oportunidades como la clamorosa de Vietto que solo en el segundo palo a puerta vacía enviaba al esférico fuera , cabezazo de Mercado en el área pequeña a las manos del tercer portero del cuadro eibarrés (por cierto nieto del legendario Carmelo Cedrún) y roce de cabeza de un tal Ganso más inofensivo que el pescado en blanco.

SE mascaba el ridículo sobre todo cuando a 5 minutos del final se quedaba con nueve el equipo local por expulsión merecida. Pero de nada sirvió tan solo para que los de Mendilibar se atricheraran en su portería y el tiempo pasara.

Dicho esto, el punto es bueno o es malo? Siempre es bueno puntuar pero la sensación que me da es que el equipo no responde a lo que el entrenador quiere. O bien porque es pronto para asimirlarlo, o bien demasiados y justificados cambios en el once o lo que es peor, el equipo no se fía del que dirige el banquillo. Lo cierto es que el equipo vuelve a ser un dejá vu fuera de casa y creando una ansiedad innecesaria en los aficionados que no saben cómo le vamos a ganar al Betis el martes que viene, porque ese partido hay que ganarlo SI o SI Sr. Sampaolillo.

Manolo Barrial, un sevillista entre olivos.

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