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29/08/2016

Está por ver y hacer.

(Por Luis Báez)
Llegaba el Sevilla a Villarreal con la inercia de la borrachera de goles y juego ofensivo del inicio liguero.
Quien más , quien menos, esperaba goles de nuestro equipo y una bendita victoria a domicilio que quebrara la infame racha de 19 salidas sin vencer.
Pero, un partido dominado por el orden y disciplina del Villarreal y caracterizado por la inconmensurable actuación de Sergio Rico, nos ha dejado con cierto sin sabor, y con la expectación de lo que dará de sí este proyecto deportivo.

Partido espeso en el ataque, con posesión y toque en la construcción, pero sin ideas arriba. Muchas llegadas por banda, especialmente la derecha, pero infructuosas y con escasa sensación de peligro.
El balance se saldó con cero tiros a puerta y la sensación de que todavía queda mucho por asimilar y poner en práctica.
En primer lugar, saber la composición definitiva de la plantilla, porque salidas y llegadas, a buen seguro habrá.
En segundo lugar, engranar la maquinaria con todas las piezas nuevas que han llegado, y alcanzar el tono físico adecuado para competir en el nivel que se le espera a nuestro Equipo.
El modelo sobre el que se asienta el Sevilla FC de los últimos años, pasa por un inusual trasiego de jugadores a los que obviamente hay que darles tiempo a adaptarse, pero los tiempos de esta adaptación han de ser lo más cortos posibles para evitar que nos pase factura en el inicio liguero y en la fase de grupos de la competición continental.
Son precisamente los jugadores del año pasado, los que muestran mejor tono, Rico, Vitolo, Kolo, Zonzi, Mariano... Pero aparte del rendimiento del mudo Vázquez, que ha sorprendido muy favorablemente, y en menor medida Kiyotake y Vietto, el resto apenas han disfrutado de escasos minutos y resultan a día de hoy una incógnita (Correa, Kranevitter, Ganso, Sarabia, Ben Yedder...)

Con lo acontecido hasta el momento, finales de Supercopa y dos jornadas de Liga, no pueden sacarse conclusiones . Lo que sí predomina es una sensación de desconcierto por un lado, e ilusión por otro .
El desconcierto de saber que las salidas continúan, sin motivo aparente que las justifiquen. La ilusión en que LO QUE VENGA, MEJORE LO QUE YA TENEMOS, y mejoremos el mediocre papel en liga y fase de grupos de Champions del año pasado.

Lo más necesario, encontrar el sello /copyright de este Equipo y asimilar todo lo que rodea a la filosofía del fútbol de Sampaoli / Lillo.
Al final, los números dirán.
De momento, respecto al año pasado, hemos pasado de una derrota a un empate en el Madrigal.
Toca parón en el campo, que no en los despachos.
Como dice la canción.... qué será... , será...

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