Aunque lo que importa son los tres puntos, no es menos cierto que cuanto mejor se juegue, más posibilidades tendremos de llegar a puerta y conseguir la victoria. El de hoy ha sido otro episodio más de esa racha de mal juego, imprecisiones y desconcierto que reina en el Equipo. Un racha en la que sistemáticamente se tira la mitad o más, de cada partido.
Lo positivo, la portería a cero, y la estrategia a balón parado en la que sí destacamos y mucho. Al César, lo que es del César.
Lo peor, el gazpacho en el esquema de juego, hasta con cuatro defensas laterales en el campo y la nueva pésima y recurrente actuación arbitral con gol anulado y expulsión vergonzosa. Y lo más preocupante es que nos acostumbramos a esto y aquí nadie dice nada.