No por tener de rival al otro equipo de la ciudad.
No por querer reafirmar la ya conocida y demostrada superioridad que acreditan los números, y los títulos.
El del próximo viernes es el partido MATCH BALL que nos meterá de lleno en la lucha por Europa (si ganamos) o por contra servirá de sentencia a una temporada de sin sabores.

El del próximo viernes es un partido de 3 puntos como lo fué el del Levante o Mallorca.
El del próximo viernes no puede servir para colmar el mediocre sentimiento de rivalidad eterna y cainismo entre dos clubes que tienen que aspirar siempre a estar lo más arriba posible en la tabla. Sino que ha de considerarse como el último tren para salvar una temporada que hasta el momento ha defraudado las expectativas de muchos.
Es el momento de dejar claro quién es quién. Nuestra obligación es ganar a un rival históricamente inferior. Fácil no será, pero los profesionales de este Equipo no deben olvidar quienes son y a qué colores representan. Y si alguno no comprende esto último es que no es merecedor de representar a esta institución.

Viernes 22 horas. Día D, hora H.